Libro de Dios

->La Biblia se ha vuelto incomprensible debido a las diferencias culturales.

->La ciencia es lo más parecido a una lectura universal del único (conocido) Libro de Dios que es la creación.

Cuando leemos la Biblia, no podemos evitar darnos cuenta de que no entendemos todo y no lo entendemos bien. Los traductores han hecho el esfuerzo de traerlo hasta nosotros, en nuestra lengua, pero también sería necesario traducirlo a nuestra cultura, lo que traicionaría mucho más el texto original, obligando al intérprete a elegir entre literalidad, significado, cultura… Por ejemplo cuando se escribe trigo y se traduce al japonés, debemos utilizar arroz, siendo ambos el alimento básico de cada cultura. Pero entonces ¿debemos también contar la historia que sucedió en Japón porque había arroz en Palestina?

En definitiva, lo mejor sería que cada uno estudiara las culturas en la que se escribieron los diferentes libros. No es fácil. Ya es difícil sentirse cómodo en otra cultura contemporánea (por ejemplo, entender el humor), pero en una cultura “muerta” de más de 2000 años (o casi), no es seguro que sea posible.

Sin embargo, es necesario un esfuerzo para ir más allá del nivel general de la Biblia. Por ejemplo, escuchamos a menudo en la Iglesia católica que la Virgen nunca dudó. Y por otro lado, la mayoría de los sacerdotes que escucho en las parroquias dicen que Jesús dudó, en la cruz, cuando dijo: “Eloi, Eloi, lema sabaktani? » que es el comienzo del Salmo 22 ([1], primera página que abrí sobre esta cita). ¿Eso sorprende un poco : una criatura que duda de Dios, menos que el mismísimo Dios ?

Elegí este ejemplo para ilustrar los errores importantes que se pueden cometer al interpretar un texto (peor aún, una sola frase), al ubicarlo de una cultura en otra. Por mi parte veo dos problemas culturales. Primero pensar que Jesús realmente dijo eso en ese momento y luego lo qué quiso decir el autor con eso.

No parece haber duda de que los evangelios son textos históricos (?). Reflejo de nuestra cultura muy centrado en este aspecto de una biografía. Pero sabemos que en ese momento esto no era una obligación y no se trata de una biografía. Hubo gran licencia para compartir un punto de vista. Actualmente podemos encontrar esto nos en las películas, cuando uno de los personajes le dice a otro lo que el autor del libro (que inspiró el guión) nos explica fuera de cualquier diálogo. ¡Me resulta muy difícil imaginar que un hombre agotado por el cansancio y el sufrimiento, a punto de morir posiblemente por asfixia, pueda hablar claro (y menos aún pronunciar discursos con dos ladrones!)

Se debe saber que entonces (como todavía hoy en la Iglesia católica con respecto a las encíclicas) se refería a un texto citando las primeras palabras. Poner esta cita del salmo en boca de Jesús puede ser una manera de anunciar (al lector) lo que vivieron los discípulos (un sentimiento de abandono seguido de un anuncio/alabanza), consistente con las escrituras y también explicado por Jesús (excepto que tuvo que hacerlo mucho antes y con mucho tiempo).

Por supuesto, cada uno es libre de interpretarlo, pero al menos se debe saber que existen varias posibilidades. Por mi parte, creyendo que lo extraordinario de la Biblia, como los milagros, tiene más que ver con un estilo literario, una falta de conocimiento, etc. y que ya no podemos entenderlo, prefiero la interpretación más simple (y/o que corresponde más a nuestra ciencia).

Cuando estudiamos la Biblia (y aquí hablaré más particularmente de los evangelios), creo que debemos establecer un paralelo con El Principito de Saint Exupéry. Porque los evangelios no son biografías históricas de Jesús sino un mensaje de fe/creencia que se justifica, muchas veces comparando los hechos con lo anunciado. De modo que el Jesús representado es tanto un ser ficticio (al menos para nuestra cultura) como un personaje real, como en una novela histórica.

Me parece “audaz” analizar el misticismo de Jesús a partir de la literatura sobre él [ver libro: Jesucristo Hijo de Dios]. Podemos hacer con la misma facilidad un análisis psicológico de El Principito, pero a quién se le puede atribuir el resultado: al personaje o al autor.

Espero que este ejemplo capte la gran dificultad (incluso la imposibilidad) de estar seguro de no cometer malas interpretaciones al interpretar la Biblia en un nivel detallado.

Pero ¿dónde podemos encontrar una palabra de Dios auténtica y directa, sin interfaz cultural? Para quienes creen en el Dios creador (como los hijos del Dios de Abraham), la respuesta es simple: solo hay un libro escrito directamente por Dios y ese es la creación. ¿Y existe una “interpretación”, una traducción a nuestra cultura pero que al mismo tiempo sea universal? Y ahí, oh sorpresa: sí, ciencia que, si no universal, tiene el mérito de aspirar a ser-lo. Dicho esto, no todas las ciencias deben situarse en el mismo nivel de certeza (por ejemplo, las ciencias humanas en comparación con la química).

Por eso me parece normal privilegiar los modelos de la ciencia frente a los tomados de la Biblia (en cuanto al área que trata la ciencia, no lo que puedan decir científicos fuera de su especialidad).

Por mi parte, la Biblia conserva su importancia, en el sentido de que nos habla de nuestra relación con Dios y nos permite comprender mejor nuestra propia relación con Ella (para complacer a las feministas).

Tengo una analogía para la comunicación con Dios. Como cualquier idioma (que yo conozca), se compone de vocabulario y gramática. El vocabulario es específico de cada persona, a través de signos, visiones o sueños, intuiciones… Es directamente comprensible por el individuo y no necesariamente por los demás. La gramática es específica de Dios o más bien común a los hombres y podemos aprenderla a través de la experiencia de los demás (escuchando la Biblia, leyendo textos “santos”, etc.).

Por ejemplo, tuve dos intuiciones. La primera fue la vocación monástica. El segundo Dios me hizo conocer a una mujer mexicana. Esto no tenía sentido para mí porque las dos intuiciones eran incompatibles. Basándome en mi analogía (vocabulario gramática), busqué en la Biblia un caso similar. Y pensé en los sueños del faraón, las vacas gordas y las flacas. La interpretación es la sucesión de los dos acontecimientos. Esta interpretación tuvo sentido en el discernimiento vocacional en el que me encontraba. Entonces dejé el monasterio (no sin pesar) para ir a México (mi compromiso es tratar de estar donde creo que Dios me quiere).

Y un ejemplo de la primacía de la ciencia sobre la Biblia: la muerte (y la evolución). La Biblia muestra la muerte como fruto del pecado. En este contexto, el hombre tiene una naturaleza diferente a la de los animales porque Dios le dotó del espíritu, a través de su aliento. Entonces no importa si los animales que existieron antes del hombre murieron o no (no podían pecar, no tenían alma). Es un modelo que parece consistente.

¿Qué dice la ciencia? El hombre es de la misma naturaleza que los animales (e incluso que la materia inerte, añadiría) si hemos de creer en el modelo evolutivo reconocido por la Iglesia católica. También en este caso los animales son anteriores al hombre. Mueren. Por tanto, la muerte no es fruto del pecado. Es parte de la mecánica de la evolución, de la Creación y me parece legítimo pensar que es obra de Dios.

La muerte, que alguna vez fue considerada la anti-vida, no puede ser obra de Dios que es Vida. Pero en la época del Pentateuco no se creía en la resurrección. En el cristianismo podemos entender perfectamente que la muerte es obra de Dios ya que no es el fin de la Vida sino una puerta a otra forma de vida.

Por eso creo en la ciencia sobre la muerte (un proceso natural y no fruto del pecado) y esto de ninguna manera pone en duda mi fe en Dios (y el interés de la Biblia que dice la verdad al decir que Dios no creó anti -Vida)

Algunos dudan de la posibilidad de la resurrección. Aquí, en la fe, hay una posibilidad de existencia después de la muerte terrenal. Una creencia dice que Dios es omnipresente y omnisciente. Es una posibilidad. En este contexto, el conocimiento perfecto de Dios del hombre puede compararse a una existencia en Dios que, siendo omnipresente, nos hace a nosotros mismos, en esta existencia, omnipresentes. Podríamos tomar como analogías los personajes de un sueño (para la vida en la mente de otro) y los conceptos (para la omnipresencia: mientras alguien tenga memoria de un concepto, este concepto existirá).

ref1 : https://jecherchedieu.ch/question/jesus-a-t-il-perdu-la-foi-quand-il-dit-mon-dieu-mon-dieu-pourquoi-mas-tu-abandonne/

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *